¿Las razones? Prevenir potenciales conflictos de interés, considerando que proveemos servicios de Comunicación Estratégica con enfoque y para la defensa de #DDHH. Cierto, parecía un salto al abismo. ¡Pero lo logramos y hoy de ella se nutre nuestra economía del prestigio!
Ahora, lo cierto es que esta regla no solo late en el núcleo de nuestra propuesta de valor: suele ponernos felices, pues nos atrae clientes y nos exige centrarnos en brindar servicios a empresas sociales. Así, hemos trabajado para muchas, aunque un puñado nos son entrañables, comenzando por Rayito de Luna, que produce y distribuye una amplia gama de productos para el cuidado personal bajo estrictas normas de sustentabilidad ambiental y comercio justo.
Y están igualmente Cal y Maíz, la cual produce, procesa y distribuye especies de maíz criollo, promoviendo el sistema milpa entre proveedores de Guerrero, Oaxaca y Valle de México; Anónimo Café, en este caso enfocada en café de especialidad (¡y vaya café!), enlazando a productores de Puebla, Veracruz, Oaxaca y Chiapas con bebedores de todo país; y La Risueña (¡que adoramos!), de Milpa Alta (CDMX), donde produce una diversa, colorida y deliciosa variedad de dulces típicos locales.